Lecturas de Hashim y Nuria: Desayuno en Tiffanys y autoayuda novelada


Distintas lecturas que nos recomiendan Hashim y Nuria, cada a una en su estilo, nos regalan placer literario y fórmulas para afrontar nuestros problemas. Un placer.

Después de leer el libro y ver película, me ha resultado que es mucho mejor leer el libro que ver la película, porque la película es casi totalmente diferente al libro y hay cosas que en el libro no pasan, y el película sí.

La novela es de Truman Capote y su título Desayuno en Tiffanys. La película, con una delicada actuación de la encantadora Autrey Hepburn está traducida al castellano como Desayuno con diamantes, porque Tiffanys es una conocida joyería de Nuena York, a la que alude la obra.

Es la historia de una chica, joven, guapa, de 20 años, Holly Golightly, que se fugó de casa cuando tenía 14 años. Vive sola en un apartamento grande y tiene un estilo de vida como de los ricos: fiestas, clubes, etc. y sueña con comprar en la exclusiva joyería Tiffanys...
Fred, el narrador del libro, es un buen amigo y vecino de Holly (no se llama Fred, pero Holly le llama así porque se parece a su hermano, quien está en el ejército). Será Fred el que descubra que Holly estaba casada con un hombre mayor, pero el matrimonio no era legal porque ella sólo tenía 14 años. También sabemos que Holly hace, cada jueves, visitas a un prisionero, mafioso, llamado Sally Tomato y que cobra dinero por eso. Para Sally, Holly es como una mensajera de sus recados sin que ella lo sepa porque son mensajes en clave lo que el mafioso le da: “Hay precipitaciones en Nueva Orleáns”. Holly hace esas visitas para ganar dinero y porque cree que Sally es una buena persona. Ya vemos que la divertida Holly en realidad es una chica frágil. Pero cuando está metida en el lío, la policía le coge creyendo que es una de la banda de Sally, nadie la ayuda, aparte, claro, de su amigo Fred. Sus otros amigos Mag y Rusty ni siquiera quieren saber de ella. O. J Berman, otro amigo suyo, pone la fianza porque una vez Holly le había ayudado con ese dinero, pero tampoco quiere más relaciones con ella. Su propio novio José, con quien iba a Brasil, la abandona.
A pesar de todo eso Holly, como una chica valiente, no se rinde y se va a buscar la vida donde quería: a Brasil.



DIOS VUELVE EN UNA HARLEY, de Joan Brady


Christine, una mujer cerca de la cuarentena, que lleva una existencia anodina y monótona a la que ni siquiera el trabajo le motiva a pesar de dedicarles mas horas de la cuenta, con problemas de autoestima por algo de sobrepeso, una ausencia total de vida amorosa que, de ella sólo le quedan recuerdos de tiempos pasados, y sobre todo, la principal causa de su estado de ánimo es la terrible soledad en la que vive, que no parece que quiera abandonarla nunca. Soledad que intenta paliar con la bebida. Decide, pues, hacer balance de su vida cuando un novio suyo de otra época, y del que ella aún esta enamorada, le cuenta que se ha casado y para mas INRI la mujer es una compañera suya de trabajo, con la que no congenia demasiado bien.
Los resultados del balance de su vida son desoladores o al menos eso le parece a Christine: no existe salida para ella o si existe, es incapaz de encontrarla. Sólo quiere ser feliz, tener una pareja y una vida familiar como lleva la inmensa mayoría de las mujeres de su edad, tampoco pide tanto.....
Un día, como otros muchos de su vida, estando en un bar tomando su bebida preferida, Absolut con soda, en la que intenta en vano ahogar sus penas conoce a Joe, un motero guapo, apuesto con chupa de cuero y con Harley incluida, Joe se le acerca y empiezan a hablar.....
A lo largo de sus conversaciones, de sus pasos, Joe le va imponiendo tareas sencillas para ir superando su crisis, para que vuelva a creer en ella misma, para que se dé cuenta de sus valores propios y de que no necesita la compañía de un hombre para ser feliz, mientras ella no lo sea por sí misma aceptándose tal cual es y los verdaderos valores que dan sentido a la vida: esas pequeñas cosas que nos hacen la existencia mucho mas grata y llevadera.
Aunque el título es Dios vuelve en una Harley Joe no representa al Dios de cualquier religión, puede representar cualquier mano amiga, cualquier persona que nos ayuda en un momento dado de la vida, podemos ser hasta nosotros mismos cuando nos esforzamos en superar nuestras frustraciones, desengaños, etc.
La enseñanza o moraleja de la novela es que hay que vivir y disfrutar el presente, no vivir de recuerdos o no estar esperando que ocurra aquello que deseamos. Debemos poner algo de nuestra parte, debemos tomar parte activa en nuestra propia vida y, sobre todo, disfrutar de esos pequeños detalles que nos ofrece la vida y que normalmente no hacemos caso o no nos tomamos en serio, dejando que pasen de largo, desperdiciando así cantidad de oportunidades para ser felices.
El libro es breve, apenas 140 páginas, de lectura fácil y amena, escritas en un lenguaje coloquial, el contenido no es nada ñoño, sino todo lo contrario, presenta situaciones diarias que hemos podido vivir todos y que cada cual según el momento de su vida que esté viviendo, así se puede interpretar y valorar de una manera u otra.
En su lectura que, ya digo, es amena y rápida, pues los diálogos no tienen desperdicio, nos cuentan como no diluirnos en situaciones que no merecen la pena, como luchar por aquello que realmente queremos y deseamos, dejando a un lado las cosas que no tienen importancia, y, sobre todo, nos enseña a ser nosotros mismos.
Os lo recomiendo, sin duda, a los que estéis viviendo una época dulce o una época amarga, me ha ayudado a ver las cosas de ora manera, a disfrutar con situaciones a las que no prestaba atención .
ESPERO QUE OS GUSTE MUCHO

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